-xxi- ¡ Oh fulgor !
¡Oh fulgor de mi estrella!
No te detengas ahora
Que el sol de Su presencia amanece;
Culmina tu extinción
Cual fogoso amante
Que en brazos de su amada
Entrega todo lo que tiene
En el clímax de la unión.
¿Quién contendrá Su resplandor
Ahora que se ha hecho evidente la realidad
De lo que de Sí se ha mostrado?
El recipiente de las luces
Por siempre permanecerá volcado
Para el conocedor que ha abierto
La puerta de lo contingente
Hacia los abismos de lo incondicionado.
Si quieres unir tus luces a las luces de Su cuerpo
Sé lo que Ella espera a cada momento
De los que en verdad están enamorados:
Todo oído para sus susurros,
Todo aliento para sus suspiros,
Y para sus miradas todo ojo.
Con el abrazo de este amor pleno
Envolverás a toda la creación
Y entonces Ella elevará tu rango
Para que seas tú el vórtice de Su presencia
Sobre un sólo punto de reunificación.
En ambos lados de la visión tendrás un ojo
Y en medio estará el ojo de la contemplación
Con el que perderás de vista todo rastro de lo que no sea Ella;
Al igual que los amantes que juegan al amor
De sí mismos se olvidan
Para gozarse en la unión.
Donde quiera que Se muestre
Que te encuentre allí totalmente entregado
A lo que es el objeto de tu pasión.
Servicial, humilde y sin pretensiones,
Vencido por completo a Su causa,
Muerto a pesar de estar vivo;
Y con todo tu ser ofrecido,
A cambio absolutamente de nada,
Vuélvete un sólo y único corazón
Orientado hacia el cielo de Sus bondades.
Lo demás déjalo estar,
Te acabará siguiendo dócilmente
A donde quiera que vayas.
Llegó a mí y no se queda,
Alumbra mis noches y mis días
Y alumbrará mi fin
Cuando mi muerte luminosa
Sea testigo del encuentro
Con Aquella por la que vivo
Y en la que he de morir.
👏👏👏
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