Poema de muerte – samurai-archives.com
Adaptación al español – despojosdeoccidente.org
Shiaku Nyûdo
?-1333
Asido a esta espada
Corté la vacuidad en dos;
En medio del gran fuego,
¡Una corriente de brisa refrescante!
COMENTARIO
Se trata de un bellísimo poema de muerte. Desde el amor y el profundo respeto al autor, ofrecemos aquí nuestro comentario con el único propósito de que pueda redundar en un beneficio para todos aquellos que, hastiados de todo, transitan los solitarios desiertos de esta era oscura.
La espada es la visión verdadera que discrimina y aparta la mentira de lo falso. La vacuidad cortada en dos es el espacio abierto, luminoso y claro, sostén y raíz de todo, sobre el cual el manto del tiempo y sus accidentes es desplegado. Todo lo manifestado sobre la infinita extensión de ese manto carece de realidad propia, y de ahí su vacuidad; por eso puede ser cortado en dos, y quedar discernida perfectamente la realidad real de la realidad impostada. Si aquello que no es autosuficiente, es decir, los accidentes del tiempo, existieran realmente, existirían por siempre y eternamente, pero como el ojo lo ve perecer todo, se deduce que lo que cualifica a su ser no está en su relatividad, sino en el principio absoluto que todo lo sustenta.
El gran fuego es aquello que reluce a la consciencia cuando las cosas brillan por lo que son, al quedar, de instante a instante, cortadas de raíz y extinguidas en su propia vacuidad, lo cual hace resplandecer al espacio abierto, que queda así preñado de la refrescante brisa de la verdad primera y última. Llegado a ese punto, ya todo reluce por lo que es, y no por lo que aparenta.
En el desierto del amor propio, desde la atalaya de la visión de Aquella que de luces engalanada capturó nuestro ojo, hemos clamado esta exhortación para que sus ecos recorran los desolados páramos de la autodestrucción humana y se pierdan tras los horizontes de la nada.
Para apuntar a la luna se necesita un dedo, pero, ¡ay de los que toman al dedo como si de la luna fuera!