Somos monjes guerreros
Al servicio de nuestra amada;
Ella quedó prendada en la belleza
De las formas primigenias
Antes de que fueran desplegadas.
Ella no deja de buscar la belleza
Allí donde sus luces despuntan,
Sin saber que es su propio reflejo
Lo que realmente busca.
Ella quiere volver al candor
Y al calor de los primeros fulgores,
Antes de la separación del desencuentro;
Ella quiere volver a la fuente
De sus resplandores eternos.
Ella se bebió los mares de la desilusión
Hasta que clareó la luna de su presencia;
Desde entonces somos inseparables,
Y allí donde Ella mira
Se ilumina mi consciencia.
(c) despojosdeoccidente
Derechos reservados para el disfrute de los enamorados y de los enajenados mentales que no precisan de enajenantes drogas.
Comentario:
Se trata de una coplilla de amor dedicada a su candor y escrita al calor de la nobleza de su regazo. Ella alumbró el mundo y cuanto contiene, y luego lo adornó de belleza. Luego tendió el velo de la contingencia para que jugáramos a desgarrarlo y a encumbrarnos a su presencia.
El hombre no viene del mono, como afirman los creyentes en la superstición del ateísmo, sino de Ella.
👏👏👏
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