Milarepa dijo:
“La vida es como un sueño, como una ilusión;
Hacia los que no lo saben cultivo la compasión”.
Con ese recuerdo vivo en el corazón,
Y en la plena consciencia que comprende
Que el maestro y el discípulo no están separados,
Me entrego ahora a esta ilusoria muerte
Para ponerle fin, por fin, a esta ilusoria vida.
(despojosdeoccidente)
Comentario:
La mayor muestra de compasión hacia los seres sintientes que experimentan incontables padecimientos y miserias, como incontables son las estrellas, es la transmisión del conocimiento sagrado acerca de la irrealidad de la muerte y de la vida, para su posterior maduración a nivel del corazón, tras quedar desarticulado el aparataje de las identificaciones egocéntricas que erigen la morada de Maya: la apariencia.
Los sufrimientos, a la luz de este conocimiento firmemente establecido, se muestran por lo que son y no por lo que aparentan, esto es: se revelan en el dinámico fluir de la consciencia eterna que, como el oleaje del mar, jamás estuvo separado del agua de su realidad interna.
De esta forma, cuando los padecimientos físicos y psicológicos me atormentan, su manifestación misma es mi gozo, pues todo el ámbito de lo manifestado reasume su realidad interna, luminosa y alumbradora, desde el mismo momento en que se muestra.