Entre los brazos del blues – PK Mayo
Adaptado al español – despojosdeoccidente
Estoy cansado,
Y siento la fatiga de haber vivido mil vidas.
Ya no soporto más el peso de vivir.
Atrapado en el dinero y en el amor
Pasé mis noches y mis días.
Esto no puede seguir así,
He de encontrar una forma de liberarme.
No soporto un solo día más
Sumido en esta miseria.
Otro amor salió mal,
Y el corazón saltó en pedazos;
Ya no lo soporto más.
Buscaré la paz, buscaré la misericordia,
Buscaré la verdad más allá de una cama
Y de una mujer yaciendo desnuda.
Estoy llegando al final de mi camino;
Ahora me tumbaré sobre la tierra dura y fría,
Y dejaré que los cálidos sonidos del blues
Reconforten mis heridas.
Soy un hombre atormentado,
Y entre los brazos del blues
Liberaré mi mente y mi consciencia.
He buscado el amor toda la vida,
Un amor para ti y para mí.
Pero todo se ha derrumbado,
Ya es demasiado tarde para mí,
Ya no puedo ser rescatado,
Ya es demasiado tarde para mí
Y no hay vuelta atrás,
Ya es demasiado tarde para mí…
Y esto me está matando.
COMENTARIO:
Nos gusta mucho esta coplilla, pues nos sentimos identificados con su protagonista. Al igual que el protagonista de este blues, nosotros también estamos destrozados y ya no podemos ser rescatados. Ella nos miró una sola vez, y todo quedó derruido, excepto su semblante de luces. Ella nos tocó una sola vez y desapareció nuestra piel, y ahora estamos perdidos en sus confines.
Ella una vez nos permitió adentrarnos y empaparnos en la calidez de los efluvios de su recinto sagrado, y ahora estamos desquiciados y perplejos, pues nos hizo suyos y ya a nosotros mismos no nos vemos.
Nos perdimos en el laberinto de su belleza desconcertante y nos hizo trizas, y luego emergimos a una realidad nueva, sin formas, ni causas, ni condiciones; sin tiempo, ni lugar, ni circunstancias; sin espacio, ni localizaciones, en medio de la inmensidad de este inconcebible océano sin orillas.
Estamos devastados después de toda una vida vivida inútilmente persiguiendo logros y placeres mundanos. Estamos desgarrados tras quedar extenuados persiguiendo las sombras escurridizas de este espejismo de vida.
Estamos hastiados de todo, y absolutamente desolados y desechos; bajo nuestros pies no quedó ni un solo milímetro de tierra sobre la que poder apoyarnos; así que nos tumbamos ahora sobre esta fría y descorazonadora nada, en espera de que ella nos eleve y nos envuelva en su cálido regazo, y con los dulzores de sus efluvios nos reconforte y nos abisme en sus más sublimes deleites.
Todo, excepto tú, quedó devastado.
Dedicado a Ella.
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Entre los brazos del blues – PK Mayo