A medida que te adentras más y más
En las profundidades del corazón,
El espejo se vuelve cada vez
Más y más claro.
-Rumi
COMENTARIO:
Vivir por vivir no tiene ningún sentido. Vivir a toda costa, aunque sea en la exigua anormalidad de la nueva normalidad de la gran estafa pandémica, no tiene razón de ser ni conduce a otra parte más que una profunda inconsciencia, la misma profunda inconsciencia de la divertida vida precoronovírica, solo que ahora esa inconsciencia se reviste de estupor y miedo a morir de una simple gripe, o a que la policía te multe por pasear fuera de horario.
Lo que se viene encima, ante la hecatombe económica, es una paguita universal básica de supervivencia, para todos aquellos que aspiren a vivir por vivir, esto es, para todo el mundo, a cambio de obediencia ciega al sistema y a cambio de recibir, sin rechistar, la pertinente inmunidad vírica a base de vacunas. Esto quiere decir que la gran purga humana es ya inminente, pues no dejarán de inocularles la muerte con cada nueva mutación del virus fantasma.
Mientras tanto, mientras el ganado humano se dedica a vivir por vivir, nosotros, los hombres de Dios, nos dedicamos a seguir escarbando en esta impostada realidad superpuesta, a modo de velo, sobre el espejo de la consciencia, la cual cada vez devine más y más clara, a mediada que los velos se retiran.
Vivir por vivir es una solemne estupidez. Esta vida es una prueba de fidelidad. Cultiven las luces, y la belleza; y mueran felices.