Escucha, escucha el Ney,
Escucha su lastimero canto;
Añora volver al frescor de los cañaverales
Que el viento mece.
En su anhelo el Ney de deshace y se desvanece,
Como un leve suspiro apenas susurrado.
Escucha, escucha el Ney,
Escucha su canto;
Añora, tras la separación,
Volver a su agua,
Volver a su océano,
Volver a ser lo que siempre fue,
Incluso ahora, en esta fatal fractura.
Escucha, escucha el Ney,
Escucha su canto.
-despojosdeoccidente