Adaptado al español por despojosdeoccidente.org
Ella me dijo:
Estoy buscando un amor
Que presume de su gloria
Mientras se pasea por un jardín
De florecientes rosas.
Yo le dije:
No lo busques en mí,
A quien Tú contemplas,
Pues es a Ti misma a quien te ves
En el espejo de este hombre.
-Muhiddin Ibn Arabi
COMENTARIO:
El amor es lo que preña el espacio de la manifestación cuando todo luce por lo que es –luz, y no por lo que aparenta. Cuando el espacio luce desvelado, una vez descerrajados y desprendidos los velos de las pasajeras apariencias, eso es amor, y lo demás no es amor, sino emoción, esto es, una enajenación mental transitoria que nos ofusca, impidiéndonos ver y disfrutar de los soles espléndidos de la verdad primera y última, que es no nacida y no muerta.
Por eso, cuando Ella le pregunta a nuestro amado maestro, a nuestro murciano ilustre Muhiddin Ibn Arabi, acerca del paradero del amor, él le dice que Ella es tanto el buscador como lo buscado; pues lo que no es Layla ya está muerto desde el mismo momento en que se muestra.
Con la paz de espíritu inducida por la sabiduría que comprende que la muerte es la antesala a la verdadera vida, en la presencia del amor incondicionado que los rayos del sol de la visión esclarecida proyectan, ahora muero, tras haber creído que era yo el que deambulaba, acaparaba, amaba y sufría.
DEDICADO A ELLA, CON AMOR