Aunque te alejes de mí cien mil años,
Regresarás a mí;
Pues yo soy todo tu anhelo
Y tu única meta.
-Rumi
COMENTARIO:
¿Qué buscamos en estos páramos desolados del hastío del espíritu, tras la separación, sino volver a estar completos en la plenitud del amor?
Todos la buscan a Ella, aún sin saberlo, pues Ella es el sostén, el substrato, la razón de ser y el fin de todo. Hasta que no quedamos rotos hasta las entrañas y deshechos hasta nuestros constituyentes últimos, no lo sabemos; y entonces, un buen día, empezamos a mirar arriba, empezamos a mirar al cielo, hasta que Ella se vine y se manifiesta en esta tierra de dolor y de fractura. Entonces lo sabemos todo y comprendemos con una sabiduría exenta de duda que jamás estuvimos separados, pues nadie surge, permanece ni se desvanece, sino Layla –la mujer primigenia.
Pero Ella solo se apiada de los corazones rotos.