Dicen de mí que he cambiado,
Que soy otro;
Dicen de mí que algo me ha pasado,
Que no me reconocen;
Dicen de mí que ya no miro igual,
Que ya no hablo igual,
Que ya no pienso igual…
Dicen eso de mí.
Pero yo sigo siendo el mismo
Desde el remotísimo vientre de Layla,
La mujer primigenia,
Que de mí se preñó en aquella noche
Remotamente olvidada; pero he recordado.
Sigo siendo el mismo que era,
Desde aquel anhelo lejano,
Cuando solo era en una potencia sutilísima;
Sigo siendo el mismo
Desde la insondable eternidad
De este precioso y preciso instante;
Sigo siendo el mismo desde aquel abismo,
Desde ese abismo semillero y sumidero
Donde todas las luces germinan
Para alumbrar esta maravilla.
La maravilla de lo que soy,
De lo que siempre fui,
Incluso ahora,
En este viejo revestimiento de hombre decrépito
Que ya expira.
Sí, sigo siendo el mismo,
El mismo que soy,
Y el mismo que era.
-despojosdeoccidente
COMENTARIO:
Para celebrar que no somos nadie, y que no vamos a ninguna parte, hemos escrito este canto al amor del remotísimo vientre de Layla –la mujer primigenia.
DEDICADO A ELLA