Allí donde yací con la doncella,
Yació mi espada.
Ahhh…
¡Cómo echo de menos
Aquella espada!
Soy Sekito de Sevilla,
Y he escrito esto a modo de despedida.
-Sekito de Sevilla
COMENTARIO:
Sekito, un samurai de la era del país en guerra, yació una vez con una doncella, y como prenda de su amor le dio su espada.
¡Cómo echa de menos el viejo samurái aquella espada!
Cuando un verdadero hombre afronta el filo de la muerte, solo las cuestiones trascendentales de la vida logran asaltar su mente.
El resto de hombres, esto es, los hombres fallidos, cuando afrontan el filo de la muerte lo único que asalta sus mentes son las ganas de seguir viviendo.
FIN.