Cincuenta años en el mundo,
Sin ser del mundo;
Allí donde el corazón mora,
Este moro mora, moró y morará.
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La muerte luminosa de lo no nacido,
Alumbrada por la presencia de aquella realidad remota
Que es anterior y posterior al tiempo
Y que en el no tiempo de la eternidad del presente instante,
Reside.
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El espejismo reasumió la luz del alumbramiento,
Quedando disuelto en la irrealidad de su propia nada
Y quedando manifiesto como la verdad,
Una y única.
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La mariposa se posa, graciosamente,
En las florecillas de mi cercado,
Ajena a la inminencia de su muerte.
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Así como lo muerto
Se adentra en lo vivo,
Lo vivo se adentra
En lo muerto.
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La salud no se inyecta,
Sino para los que no saben
Que la salud es el fruto
Del conocimiento.
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Del amor venimos,
En el amor moramos
Y hacia el amor nos encaminamos.
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La espada de la justicia refulgirá,
Eclipsando el mundo
De la ganancia y la pérdida.
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Las vacunas asesinas
Están funcionando muy bien;
Se culmina la zombificación del ser humano
Gracias a la sustancia equis.
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La clamorosa llamarada del clamor
De los enjambres de agonizantes
Resuena, a mis oídos,
Como sinfonía de arpas celestiales
Pulsadas por invisibles dedos angelicales.
-despojosdeoccidente
COMENTARIO:
Son varios poemas despreocupados, sin orden ni concierto, que hemos escribido, o escrito, por puro aburrimiento.
Hay desorden en las ideas de los negacionistas negadores del covid19: ¿Cómo vamos a salvar a nuestros hijos del pinchazo asesino? ¿El gobierno terrorista puede ser derrotado? ¿Las movilizaciones, antes del próximo confinamiento severo, servirán para algo? ¿Hay que armarse de valor y de armas de fuego para combatir la tiranía? ¿Nos vamos al desierto o a la cima de la montaña? ¿Guardamos en casa comida y agua para sobrellevar el gran reinicio y el inicio de la nueva era transhumanista?
La respuesta a todas estas preguntas acuciantes se halla en el sagrado Corán, pero la mayoría de los negacionistas son ateos o idólatras, así que sucumbirán a la raposa, al igual que los afirmacionistas.
La raposa es la inercia descendente hacia la sima de la ausencia de luz, que próximamente dejará a todo el mundo en la más absoluta de las tinieblas.
FIN.