Que no piensen los inoculados que se van a salvar de la hecatombe, a lo sumo podrán seguir disfrutando durante un tiempo de los disfrutes mundanos a los que el pasaporte covid habilita: bares, fiestas, playas, viajes, galerías comerciales, etc. Cuando llegue la hora, y la hora ya llega, las inyecciones surtirán efecto y morirán, en el mejor de los casos, siendo el peor de los casos el que se convertirán en zombis, a saber, en vivos murientes cuyo único cometido existencial será el de esperar las siguientes órdenes de los terroristas en aras de salvar el planeta Tierra de la devastadora presencia del hombre-simio.
Entre las medidas inminentes que el gobierno terrorista va a implementar figuran:
– Un nuevo confinamiento severo para desacelerar en lo posible el desconcertante avance de ómicron.
– Seis meses de confinamiento estricto se alternarán con seis meses de asueto desconfinado callejero, hasta que el ganado humano vaya muriendo por las inoculaciones pseudo-obligatorias y se decrete un confinamiento universal indefinido de los sobrevivientes.
– Las nuevas vacunas serán presentadas en un formato amigable que no requerirá de pinchazo en el brazo, sino de un tatuaje cuántico que permitirá la medicación a distancia del ganado humano.
– El trabajo no online será acometido exclusivamente por robots y los hombres-simios trabajarán desde casa; eso el que trabaje. Los que no trabajen, o sea, la inmensa mayoría, vivirán de la renta básica universal del gobierno terrorista.
– La renta básica universal tendrá el formato de crédito social de buena ciudadanía. Dicho crédito estará vinculado a la ID biométrica en el mismo soporte cuántico del tatuaje vacunal.
– Los trabajadores no robóticos ganarán el sueldo en un crédito social vinculado al mismo tatuaje vacunal de los ociosos, y estará sujeto a las mismas reglas de sanas conductas.
– Prohibición del sexo con fines reproductivos o no reproductivos. Los bebés serán producidos a la carta en laboratorios especializados y asignados exclusivamente a miembros del colectivo LGTB, para que sean educados conforme Satanás manda.
– Prohibición de las relaciones humanas, bajo pena de muerte si se incumple el confinamiento con fines de socializar según los modos y costumbres del mundo pre-vírico.
– Conexión obligatoria al Metaverso, donde el ganado humano remanente podrá disfrutar de la vida virtual sin más barreras que las barreras que se imaginen. Esto es, que podrán ser y hacer lo que más les plazca sin moverse del sofá de casa.
FIN.