Cincuenta años creyéndome
Mi propio personaje;
Pero finalmente volví a casa
En un solo instante eterno.
*
El reflejo en el agua
Reasumió su origen en la luz
Y devino la calma.
*
En la roca roja del alto de montaña
Se posa el águila de la visión;
Libre e inafectada ante la insignificante pequeñez
Del mundo de abajo.
-despojosdeoccidente
COMENTARIO:
Un solo instante basta para descubrir la verdad y reasumir lo que ya somos tras el aparataje de la impostura de lo que creemos ser.
Los expertos en felicidad mundana dicen que el sentido de la vida es crecer como personas, cuando la persona no puede ni crecer ni decrecer, pues no es más que una imputación falsa de realidad, sobre la cual se erige la impostada vida de los personajes que creen habitar la Tortilla Terrestre sin más fin que perpetuar la ilusión existencial del “yo soy”.
La mejor manera de volver a casa, esto es, al agua primordial, a la luz de la presencia, al resplandor de la verdad Una y Única, al mar de la imperecedera dicha, a la visión deslumbrante, al océano sin orillas de la paz infinita, es por medio de la muerte de lo que en realidad es no nacido, para que lo que siempre fue, sea, y lo que nunca fue, se desvanezca en la vacuidad de su propia inexistencia.
Para comprender y realizar esto leer el Corán en Español y su Libro de Comentarios, publicado en sondas.blog
Estamos viviendo el fin de los tiempos y es urgente quitarse el bozal perruno para poder respirar como Dios manda, y todos los velos en general, antes de que los artilugios nucleares sean detonados aquí y allá y le echen la culpa a los rusos. Una vez deshechos, o desprendidos, todos los velos, estaremos a salvo y protegidos por la luz del alumbramiento del metaverso de la Torta Terrestre, y podremos gozar de los deleites sublimes que se abren a la contemplación de la verdad desnuda, mientras todo alrededor se derrumba y los zombis se comen a los últimos seres humanos libres.
FIN.