Una vela está hecha para convertirse
Completamente en llama.
En ese momento aniquilador,
No refleja sombra.
De ahora en adelante
Haré del fuego mi objetivo,
Pues soy como una vela: el fuego sólo me ilumina.
Ser vela no es fácil,
Para dar luz
Primero hay que quemarse.
-RUMI-
Adaptado al español por despojosdeoccidente
COMENTARIO:
Ser un ser humano no es fácil, pues para ser humano hay que levantar al hijo del hombre en la contemplación de la extinción de todo aquello que no es Él. Para eso hemos nacido, para dejarnos quemar por el fuego del amor y dejar de proyectar las sombras que configuran el mundo condicionado.
El hijo del hombre es el fruto del hombre, cuando el hombre madura y florece aquello para lo cual ha nacido, que no es otra cosa que para dar gloria al Creador mediante un vivir permanente en, por y para la verdad, lo cual equivale a ser uno con la luz que alumbra todos los dominios.
Por eso el profeta Isa, el hijo de Maryam, dijo: “Yo soy la luz del mundo”, porque comprendió y realizó la luz del corazón, que es lo que realmente somos tras el velo de las apariencias de lo que creemos ser o no ser. Cualquiera que levante al hijo del hombre está autorizado a decir lo mismo que Isa, “Yo soy la luz del mundo”, pero no sin antes haber muerto primero en el fuego del amor de la extinción. Entonces, y solo entonces, cada paso que demos será sagrado, cada palabra que emitamos será palabra de Dios y cada acto que ejecutemos o no ejecutemos será la acción del Hacedor.
FIN.